5 soluciones para todos tus problemas, ¡la quinta te decepcionará!

Si me seguís en tuiter os habréis enterado de que he empezado a trabajar con un entrenador para mejorar mi progreso porque llevaba tiempo estancada, subiendo muy poco en mis levantamientos. No es que me fuese mal sola pero me había quedado en la zona de confort y me faltaba organizar y planificar bien las progresiones para sacar el mayor provecho a mis entrenamientos. El objetivo principal es coger fuerza, vamos a intentar doblar mis 1RM (=una repetición máxima, el máximo peso que puedes levantar una vez) de aquí a noviembre o así, y esto implica una cosa (entre otras muchas): comer para ganar músculo. Y problemón.

“¡Pero qué dices, Corro, si te gusta mazo merendar!”

Continue reading

Empezar a ir al gimnasio like a baws

Una de las cosas que más suele echar para atrás a una chica que quiere hacer pesas por primera vez es la idea de meterse en la zona de pesas del gimnasio cuando no tiene mucha idea por la cantidad de bros que puede haber allí por metro cuadrado. Te intimidan, te hacen sentir una outsider y a una se le quitan las ganas de intentarlo. Normal. A todas nos ha pasado. De hecho a mí me sigue pasando: llevaba tiempo queriendo cambiar de rutina de entrenamiento pero me costó hacerlo porque tener que familiarizarme con nuevos ejercicios, que trabajar con nuevo equipamiento que no estoy acostumbrada a manejar, la idea de no hacerlo bien, de no poder, de fallar… todo me daba una pereza tremenda. Y cuando digo pereza quiero decir que me acobardaba. Ya veis, un año y medio entrenando sin parar, conociéndome el gimnasio al dedillo y teniendo una buena base como para poder enfrentarme a cualquier ejercicio sin que se me dé demasiado mal aunque no lo haya hecho nunca y aún así me podía la vergüenza. Salir de nuestra zona de confort cuesta muchísimo pero todo es más fácil si se va con un plan.

Planead, planead y planead. A lo mejor soy yo que soy una maniática y me calma tener las cosas preparadas y organizadas de antemano, pero para mí esto marcó la diferencia porque conseguí ejercer algo de control sobre una situación que me era totalmente ajena y eso me traquilizó muchísimo a la hora de enfrentarme a ella.

Me he comprao una bolsa del Decathlon, ¿qué hago con ella?

Ahora hay que llenarla.

Continue reading

I’m training for life, MOFO.

Hace unas semanas estaba en el gimnasio y, aprovechando un descanso, se me acercó uno de los entrenadores personales para preguntarme si estaba entrenando “para algo” porque le sorprendía verme haciendo peso muerto. Aunque no era la única haciendo ese ejercicio, le contesté sin darle más importancia y seguí a lo mío, pero unas horas después me volvió a la cabeza la pregunta. Por un lado, ¿por qué le había sorprendido, si había más gente haciendo peso muerto y otros levantamientos pesados? ¿Fue, como estoy segura, porque no es habitual ver a una tía hacer un ejercicio así a no ser que tenga un motivo de peso (JEJEJE) para ello, y de ahí lo de preguntar si era “para algo”? Pero, sobre todo… ¿para qué coño entreno, ya que estamos?

Por otro lado, la semana pasada me encontré con este artículo y me caí de culo. Básicamente, una chica que mide cerca de 160 cm comparte su estrategia para conseguir que le ayuden a subir su maleta al compartimento superior en los aviones porque, al parecer, por muchas pesas que haga (EJEM síclarocómono EJEM) no consigue tener la suficiente fuerza como para levantarla por encima de su cabeza. Y así, en vez de plantearse que igual el problema está en su programa de ejercicio, prefiere adoptar una estrategia que implica acercarse subrepticiamente a un hombre más alto y fuerte que ella, colarse delante de él y tardar en subir su maleta para que éste se ofrezca a hacerlo por ella. Perdonadme pero

WHATTHEFUCKITYFUCK

cant

Continue reading

De mitos, sinsentidos y miedos infundados

Creo que estamos viviendo un momento muy interesante porque hay un número creciente de mujeres que desafían los estereotipos predominantes en el mundo del fitness femenino y que transmiten sus impresiones y animan a otras a hacer lo mismo a través de *insertad aquí la red social que más gustito os dé*. Todas ellas, desde su punto de vista, con su tono, sus objetivos e intereses particulares, nos están abriendo un abanico de posibilidades y nos están trayendo una cantidad de información y experiencia muy importante, pero los mitos y las, por qué no llamarlas por su nombre, mentiras de las que hablaba en mi anterior post siguen ahí en su tronito de mierda, como si no fuese con ellas la cosa, así que me he arremangao, he cogido la boina y me he puesto toda mythbuster con su culo. Que no es que vaya a cambiar nada pero y lo que me he reído haciendo esta foto qué.

corrobuster

Continue reading

De cómo nos han sorbido el seso con medias verdades

Cuando empecé a hacer pesas, como buena n00b que se cree que sabe algo, me ponía muy nerviosa cuando chicas a mi alrededor me comentaban que ellas lo que querían era “tonificar los brazos” o “reafirmar la barriga”. No solía dar muchos detalles cuando las miraba con superioridad moral (no voy a mentir, condescension is strong with this one) y respondía que con lo que estaban haciendo nunca iban a conseguir esos resultados porque significaba entrar en muchas explicaciones que no sabía aportar sin tirar de Google (aunque esto es culpa del vodka y de mi nula capacidad de retención de cosas que leo en Internet) y tener que pelear contra algo que va más allá del mero desconocimiento. No todo fue malo, claro, esto fue una de las cosas que me hizo empezar mi colección de memes sobre fitness, la única verdadera fuente de alegría y regocijo que existe.

16

Continue reading